Sobre mí: Dr. Pablo Tudela
Trabajo como psiquiatra desde hace 4 años. He trabajado en consulta de psiquiatría, en psiquiatría hospitalaria, en unidades de conductas adictivas, Actualmente ejerzo como psiquiatra en la UCA (unidad de conductas adictivas) del área de Manises, atiendo en mi consulta privada en Torrent, y paso consulta en una comunidad terapéutica para tratamiento de adicciones en Quart de Poblet (Vida Nova).
Mi interés por la salud mental se despertó al estudiar enfermería hace 20 años, tras lo cual estudié medicina y me especialicé en psiquiatría, titulándome como psiquiatra en Mayo de 2019.
Respecto a la salud mental siempre me ha llamado la atención la relación que hay entre el cuerpo y la mente, entre la fisiología y la psicología, para poder ayudar a personas desde esta perspectiva.
Desde que empecé a formarme en materia de salud mental, cada vez he ido teniendo más claro que la psiquiatría es medicina y biología; pero también que es psicología y antropología, que implica una mirada profunda sobre el sufrimiento detrás de cada persona; transversal y en profundidad.
Creo que el sentido del humor no es incompatible con el propio sufrimiento, y en ocasiones es necesario para ayudarnos a comprenderlo y convivir con él.
Concepto de Psiquiatría
El concepto de psiquiatría suele asustar, o por lo menos generar respeto o extrañeza. Implica popularmente gravedad, miedo, estigma, comportamientos extraños. Aunque lo cierto es que todos nos movemos en el mismo continuo de salud mental.
Quizás si en tu vida hubiera ocurrido el mismo estrés o sufrimiento que un paciente psiquiátrico grave; tu respuesta podría haber sido más grave, o bien no haber desarrollado la patología. Pero necesariamente te hubieras desplazado por ese continuo hacia el polo de "enfermedad"
Los “enfermos mentales” no estén distribuidos en una serie de cajas según su diagnóstico, y el resto están en la caja de “sanos” o “casi sanos”. Eso sí, para entendernos necesitamos “etiquetas” diagnósticas, para ayudar a transmitir información.
Este movimiento sobre este continuo de salud mental depende entre otras cosas de factores de riesgo, de tu vulnerabilidad psicológica, de tu genética, de tu biografía, de tus interacciones sociales y vivencias; y por supuesto de tu libre albedrío y como lo ejerzas.
La lejanía de las personas sobre este continuo hace que resulte particularmente difícil empatizar o comprenderse entre sí. El sufrimiento al que estamos sometidos pone a prueba nuestra vulnerabilidad y resiliencia. Si el estrés es demasiado, puede haber fracturas que (reparables o no) precisan trabajar con la persona, acompañarla; siempre con la decisión propia del paciente en circunstancias normales.
Me gusta trabajar sin clasificar en sano o enfermo, sino identificando necesidades y conflictos, y es que pienso que a una persona no le define el diagnóstico o problema que tiene; no ES un depresivo, sino que PADECE una depresión
¿Fármacos o psicoterapia?
«Tengo depresión.», «Tengo ansiedad.», «Tengo TDAH.», «Tengo insomnio.», «¿Tengo necesariamente que tomar medicación?”. Contesto: no siempre es así, y hay que estudiar cada caso.⠀La medicación es una ayuda. No suple ni sana la voluntad de la persona. No motiva directamente a la persona.
Si es posible, es muy recomendable abordar el problema inicialmente sólo con psicoterapia. Si después de un tiempo prudencial se considera necesario, se puede valorar la posibilidad de tratamiento farmacológico.
Si aumentamos la serotonina, la dopamina, la noradrenalina del paciente, pero no tratamos el problema o circunstancia que ha propiciado el cuadro, la mejoría será parcial y mal dirigida.
El paciente se encontrará mejor quizás, pero no habrá mejorado su higiene vital, no habrá ordenado sus hábitos, no estará luchando por una mejor calidad y cantidad de sueño. Y si tiene una adicción, la percepción de peligro puede disminuir con el tratamiento y suponer un problema.
Soy partidario de la psicoterapia como tratamiento inicial, y en caso de que se precise medicación, siempre con psicoterapia adjunta.
No se trata de pastillas vs. psicoterapia. Se trata de combinarlo adecuadamente y cuando toca.
Porque la enfermedad mental no es solo biología, por tanto el tratamiento no puede ser solo químico.